Dolor de espalda - Dr. Victor Manuel Navarro Silva

Sentado todo el día... ¿y mi espalda qué culpa tiene?

Son las 7:50 am, llegas a la oficina con tu café en mano, enciendes la computadora y, sin darte cuenta, pasan las horas. Tal vez te levantas una vez para ir al baño, otra para calentar tu comida y listo. Para cuando das el último clic del día, ya pasaste más de 8 horas sentado. Y aunque tu mente hizo mil movimientos con los pendientes, tu cuerpo se quedó casi inmóvil, atrapado en la silla y tu espalda lo siente.

Sí, la vida de escritorio tiene sus retos, y uno de los más ignorados es el desgaste físico que provoca el sedentarismo laboral.

¿Por qué nos duele la espalda si "no hicimos nada"?

Pasar tanto tiempo sentado no es inofensivo. La espalda, el cuello, los hombros, las rodillas, todo empieza a resentirse. ¿Te ha pasado que al final del día sientes la espalda rígida, la cadera adolorida o incluso hormigueo en las piernas? No es normal. Es una señal de que algo no va bien.


Cuando nos sentamos por periodos prolongados:
● La circulación se vuelve más lenta.
● Los músculos se acortan y debilitan (sobre todo los glúteos y el abdomen).
● Las articulaciones pierden movilidad.
● La columna se sobrecarga.


Y como consecuencia, aparecen molestias que con el tiempo pueden volverse lesiones crónicas: lumbalgia, problemas cervicales, dolor en rodillas, síndrome del piriforme, entre otros. Incluso puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades degenerativas como la osteoartritis si no se corrige a tiempo.

Dolor de espalda - Dr. Victor Manuel Navarro Silva

¿Y entonces qué hay qué hacer? ¿Renuncio?

La respuesta es: no, sólo hace falta modificar algunos hábitos clave para cuidar tu cuerpo mientras trabajas:
1. Muévete cada 45 minutos. Párate, estira brazos, piernas y espalda. Camina aunque sea alrededor del escritorio.
2. Mejora tu postura. Asegúrate de que tu silla tenga buen soporte lumbar, tus pies estén apoyados en el suelo y tu pantalla esté a la altura de tus ojos.
3. Haz ejercicio regularmente. No necesitas entrenar como atleta. Caminar 30 minutos al día o hacer yoga suave puede marcar la diferencia.
4. Escucha a tu cuerpo. Si hay dolor que persiste, no lo ignores. Trabajar sentado no debería doler. Y cuidar de ti también es parte de tu jornada laboral.

¿Llevas semanas con ese dolor que ya se volvió parte de tu rutina? ¡Tal vez es hora de que tu cuerpo también tenga un espacio en tu agenda! No pases más malestares por alto, realiza un diagnóstico con un especialista.

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