
No es tu imaginación: el dolor en las articulaciones afecta más a las mujeres
Cuando hablamos de dolor en las articulaciones, muchas veces imaginamos que es algo que le puede pasar a cualquiera por igual. Pero la realidad es que las mujeres tienden a sufrir más dolor en las articulaciones que los hombres, y no, no es un mito ni una exageración. Tiene una base científica y también muchas implicaciones en la vida diaria.
¿Por qué las mujeres sienten diferente el dolor en las articulaciones?
Primero lo primero: el cuerpo femenino tiene una estructura musculoesquelética diferente. Las mujeres tienen mayor elasticidad en las articulaciones, lo que parece una ventaja, pero a largo plazo puede volver a las articulaciones más propensas a lesiones y desgaste.
Además, hay un factor que no se ve pero se siente: las hormonas. Los niveles de estrógeno (sí, los mismos que cambian en cada ciclo) influyen directamente en los tejidos conectivos. Por eso, muchas mujeres notan que el dolor en las articulaciones empeora en ciertas fases del ciclo menstrual, durante el embarazo o en la menopausia.
Y como si eso no bastara, también influye que las mujeres tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como artritis reumatoide u osteoporosis, condiciones que afectan directamente las articulaciones y los huesos.
¿Cómo afecta esto en la vida real?
Imagina a una mujer de 50 años que trabaja todo el día en una oficina, cuida a su familia, y además tiene cambios hormonales por la menopausia. Si empieza a sentir rigidez, dolor en la cadera o en los hombros, probablemente lo atribuya al cansancio, al estrés o simplemente “a la edad”.
Pero con el tiempo, ese dolor que parecía leve puede limitar sus movimientos, alterar su calidad de sueño y disminuir su independencia. Es ahí donde muchas veces llegan a consulta, ya cuando el malestar lleva meses o incluso años acumulado.

¿Qué se puede hacer?
- No normalizar el dolor. Sentir molestias frecuentes en las articulaciones no debería ser el “nuevo normal”.
- Buscar atención especializada. Un traumatólogo u ortopedista puede identificar la causa y orientar el tratamiento adecuado.
- Moverse con inteligencia. Ejercicios de bajo impacto como natación o pilates ayudan a mantener la movilidad sin sobrecargar las articulaciones.
- Nutrición y salud ósea. El calcio, la vitamina D y una dieta balanceada son aliados clave, especialmente para prevenir osteoporosis.
El dolor en las articulaciones no distingue género, pero sí afecta distinto a las mujeres, tanto por su biología como por el ritmo de vida que muchas llevan. Si este es tu caso, o el de tu mamá, tu hermana o tu pareja, no esperes a que el dolor “se pase solo”.
Una valoración a tiempo puede marcar la diferencia entre vivir con dolor o volver a moverse con libertad, ¡síguenos para conocer más sobre tus articulaciones y aprender a cuidarlas!
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